El temporal que afectó al país obligó a abrir tres albergues en el cantón de Santa Cruz uno en la escuela de Río Seco con 110 personas, en la bloquera con 32 personas y en el Ejército de Salvación 6 personas.
Además en Nicoya permanecen funcionando dos albergues; uno en Nosara con 43 personas y otro en Buena Vista con una familia de seis miembros.
En la provincia de Puntarenas hay dos albergues habilitados uno en Jicaral con 20 personas y otro en el salón Comunal de El Roble con 44 personas.
El oficial de enlace de la Comisión Nacional de Emergencias en la Península, Ramón Araya, dijo que en la mayoría de las comunidades los niveles del agua han bajado y esperan que poco a poco la población albergada regrese a sus respectivos hogares.
Araya dijo que a pesar de que las condiciones en la península de Nicoya tienden a mejorar la Comisión Nacional de Emergencias mantiene una estricta vigilancia, tanto del fenómeno que originó la emergencia como de las condiciones de las familias afectadas movilizadas a albergues temporales.