Alajuela, Costa Rica. Un hombre de apellidos Guillén Duarte fue juzgado por varios delitos de violación calificada y abuso sexual.
Todos los actos cometidos al parecer en perjuicio de su hija, por lo que fue condenado a un total de 108 años de prisión.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Penal de San Carlos tras una denuncia judicial que habría puesto su propia hija en el mes de agosto del año pasado.
Los hechos que lo acusaron ocurrieron desde que la menor tenía ocho años de edad. Al parecer la madre de la menor falleció y su padre quedó al cuido de ella y sus hermanos.
Por espacio de varios meses las agresiones sexuales contra la víctima iniciaron en tocamientos en las partes íntimas, mientras ella se encontraba dormida en las noches.
Se presume que cuando la niña contaba con 9 años, el imputado la ultrajó por primera vez, hecho que realizó bajo amenaza con un cuchillo que le colocó en el cuello.
Es así como a la edad de 13 años la menor quedó embarazada, producto de una violación por parte de su padre biológico y dio a luz una niña.
Los ataques sexuales en perjuicio de la menor continuaron durante el embarazo y después del nacimiento, mediante el uso de la fuerza y amenaza.
Lo atroces ataque continuaron hasta que la joven cumplió la edad de 18 años, tiempo en que decidió denunciar al imputado.
Guillén fue declarado autor responsable de dos delitos de abuso sexual contra persona menor de edad agravada y seis delitos de violación calificada.
Para un total de 108 años de prisión, readecuados a 48 años de prisión, en virtud de las reglas del concurso material.
En la sentencia los jueces ordenaron la prórroga de la prisión preventiva por el término de seis meses más, mientras queda firme la sentencia.