San José, Costa Rica. El Juzgado Penal Juvenil absolvió de toda sanción y responsabilidad a una presunta banda de delincuentes juveniles.
Al grupo de menores se les acusó por los delitos de robo agravado, tentativa de homicidio calificado, amenazadas agravadas, accionamiento de arma y extorsión simple.
La decisión de declararlos inocentes fue de conformidad con el principio “Indubio pro menor”, debido a que no se pudo probar los hechos denunciados.
Esto por falta de colaboración con la administración de justicia por parte de muchos de los mismos afectados.
De acuerdo con el juzgador, los testigos se mostraron renuentes y poco colaboradores en los reconocimientos y a la hora de ofrecer sus testimonios.
Los supuestos infractores fueron detenidos el 8 de marzo pasado mediante un amplio operativo policial en varias viviendas de Sagrada Familia.
Sin embargo, dos menores que conformaban el grupo delictivo fueron condenados pero solo uno irá a internamiento.
A uno de los menores se le dictaron 9 años de internamiento en el Centro de Formación Juvenil Zurquí.
El fue encontrado culpable por dos delitos de robo agravado, así como por los delitos de extorsión simple y otro de amenazas agravadas.
Una vez descontada la pena, gozará de una sanción asistida por el plazo de tres años, tiempo durante el cual deberá recurrir a un programa de manejo de Violencia y de Superación Persona.
El otro de los menores resultó declarado co autor responsable por los delitos de amenazas agravadas y se le impuso también la libertad asistida por el plazo de cuatro meses.
Ambos menores de 17 años, deberán asistir a los programas indicados y durante la libertad asistida, deben cumplir con la orden de mantener domicilio fijo.
Además de no tener contacto de cualquier tipo con los ofendidos en la causa y deberán mantenerse estudiando o trabajando.
Tampoco podrán acercarse a la localidad del Barrio Sagrada Familia de San José ni consumir drogas o licor.
Los actos delictivos por los cuales se les detuvo venían registrándose desde octubre del 2010 en la comunidad de Sagrada Familia y otros sectores.
Al parecer constantes balaceras al aire y a cualquier hora, disparos contra viviendas, incendio de vehículos y asaltos a personas constantemente, eran parte de sus actos delictivos.
Los menores operaban en la calle de “La Puñalada”, cerca de la iglesia católica, los Hatillos y Barrio Cuba.
En el operativo las autoridades les decomisaron a los menores armas de fuego y evidencia que los vinculan con los atracos.