Para muchos de los habitantes de las comunidades aledañas a Cinchona NO todo fue malo después del terremoto.
Ellos aducen que aprehendieron a trabajar en equipo, conformaron grupos de ayudas sociales, fortalecieron los comités comunales y la solidaridad se adueñó de ellos.
El administrador del restaurante Fredo Fresas, Juan Carlos Ugalde, dijo que en materia de salud y educación se vieron muy beneficiados después de ocurrida la catástrofe.
La directora de la escuela de Poasito, Sonia Barrantes, también considera que han pasado cosas buenas como la construcción de la nueva escuela y que poco a poco han ido logrando superarse.
Incluso en la Cámara de Comercio de la zona, Laura Espinoza, dijo que gracias al terremoto se creó esa entidad en la cual logró conseguir empleo aunque sea de medio tiempo.
Sin embargo todos consideran que las necesidades en las diferentes comunidades afectadas por el fuerte sismo son muchas.
Entre estas la falta de vivienda, pocas posibilidades de empleo, escaso crecimiento económico y baja visitación turística sin que el Gobierno les ayude a buscar las soluciones.
Además de la necesidad más urgente para ellos que es la apertura de la carretera que comunica Vara Blanca con Cinchona pues consideran que esa ruta es de vital importancia para mantener estable la economía del lugar.