A casi un año y medio del terremoto de Cinchona ocurrido el 8 de enero de 2009 los habitantes de comunidades aledañas al epicentro aún luchan por seguir adelante y olvidar todo lo negativo que les dejó la catástrofe.
Para los vecinos la recuperación económica va a paso lento por NO decir que está estancada pues el turismo bajó de manera considerable, varios comercios han quebrado mientras otros apenas y pueden subsistir.
La falta de empleo y de vivienda son otros de los problemas que deben enfrentar quienes habitan en lugares como Poasito, Vara Blanca, Cariblanco, San Rafael o Cinchona.
Por si fuera poco a dichos males se les une el cierre y prohibición de paso establecido por el Gobierno en la ruta 126 que comunica Vara Blanca con Cinchona debido al peligro de derrumbes y deslizamientos que según las autoridades presenta la vía.
Los pobladores del lugar consideran imprescindible el uso de esta carretera debido a que para ellos esa ruta es clave para el comercio, el turismo, la producción, los trabajos y en general para toda la economía local.
Sin embargo los ciudadanos también han logrado sacar cosas positivas de la catástrofe pues consideran que aprehendieron a trabajar juntos y a pensar en opciones conjuntas de desarrollo.
Además de que ahora cuentan con escuela y colegio acorde a las necesidades de los estudiantes, mejores condiciones en atención en salud y una cámara de turismo y comercio que lucha por sacar adelante la economía de la zona.
A casi un año y medio de sufrir uno de los días más aterradores en sus vidas, revivido incluso con el fuerte sismo de este jueves, los lugareños mantienen intacta su fe en ver como los rayos de esperanza calientan más y más sus deseos de seguir adelante.